Según un estudio la unión europea lidera la producción de la bioenergía, con un 50% del total mundial. Además, consume casi el 75% de toda la que se genera. La biomasa es utilizada en Europa para producir calor, electricidad y combustibles para el transporte.
Europa ocupa un lugar protagonista en el mercado internacional de la biomasa. Es al menos lo que se desprende del informe Statistical report- European bioenergy Outlook, elaborado por la European Biomass Association (Aebiom).
La biomasa se sitúa como la energía más importante de la UE, de manera que agrupa el 61% de toda la energía consumida a partir de fuentes renovables. Genera la mitad de toda la producción mundial y consume casi el 75% de ese total. De hecho, tan sólo importa el 3,8% de la biomasa final consumida.
El consumo final de bioenergía se ha duplicado entre 2000 y 2013 y, según el citado informe, la tendencia es al alza.
La principal responsable de estos datos es la generación de calor, que acapara casi el 75% de toda la biomasa consumida con fines energéticos. Le siguen la electricidad y los biocarburantes para el transporte. Se trata, por tanto, de una fuente de energía de gran versatilidad.